Hoy como cada año, bailarines y bailarinas de todas partes del mundo celebran aquello que les da vida, que los llena de pasión y los hace moverse aún sin música o en días malos, el Día Internacional de la Danza, es un gran día para aquellos y aquellas que han tenido la fortuna de bailar en un salón, en un escenario o incluso desde sus casas.
La danza es una de las bellas artes en las que el instrumento más importante es el propio cuerpo, el que dirige y el que ejecuta los movimientos al mismo tiempo, más allá de escuchar música, tomar el ritmo y mover el cuerpo, se trata de una conexión entre el cuerpo con el alma y la mente para realizar movimientos según los sentimientos y emociones.
Quienes se dedican a practicar este arte de manera profesional, son testigos de que el camino que atraviesa un bailarín(a) en México, es un tanto duro para alcanzar el éxito, como en toda profesión hay que esforzarse a diario, y aún más en la danza la constancia, el compromiso y la pasión son aspectos fundamentales para sobresalir.
Además de liberar las emociones al momento de bailar, la danza también es utilizada para concientizar a los espectadores sobre temas o problemáticas sociales, aunque a diferencia de una fotografía o un libro, el mensaje no contiene ni una sola palabra emitida por el artista, es el cuerpo el que transmite esas ideas y remueve los sentimientos mientras el bailarín está en escena y el público mirando.
A lo largo de los años, han surgido nuevas técnicas o estilos en la danza y al mismo tiempo, en esta evolución también se lucha por eliminar los estereotipos o prejuicios que se tienen sobre quienes quieren entrar al mundo de la danza.
Es un gran reto y sobre todo en México, el reconocimiento de la danza como un pilar elemental dentro de la cultura artística, esta rama no es aún tan aclamada por los espectadores como lo es la música por ejemplo, en cambio a la danza aún le falta atención.
Tanto de las instituciones, como de los medios de comunicación y del mismo público, la danza en México requiere apoyo para sobre salir, sea una compañía de ballet o un grupo de jóvenes que bailan hip hop, las y los bailarines necesitan un fuerte empujón para poder vivir de su más grande pasión.
La danza es parte de la cultura y la cultura es esencial para que una sociedad sea reconocida no por su poder sino por sus raíces, por aquellas acciones que ponen en practica su libertad, su pasión, o su creatividad que crean a la vez un vínculo más humano entre ciudadanos.
Por eso, baila, baila en tu casa, solo o en compañía, incluso sin música, aprende a escuchar también a tu cuerpo, no necesitas ser un profesional para dejarte llevar por tus emociones, sentir cada uno de tus movimientos para guiarte, sólo eso necesitas para bailar.