Crea tu propio huerto urbano

Ciudad de México, 1 Febrero.- Crea tu propio huerto urbano, cada vez son más las personas que deciden crear su huerto suministran alimentos vegetales a nivel local o incluso a nivel doméstico y que, por encima de todo, se caracterizan porque están ubicados en las propias ciudades o núcleos urbanos.

Sin embargo, hacer un huerto urbano es tan sencillo como puede parecer en un principio. No basta con lanzarse a plantar tomates y pepinos en la primera jardinera que encontremos ya que, aunque no sea complicado, sí que requiere tener unos conocimientos mínimos de agricultura, además de unas condiciones e infraestructuras mínimas pero necesarias.

En Bien Común te decimos como puedes empezar:

La luz debe ser adecuada

Lo más complicado de conseguir no suele ser la tierra, sino la luz. La tierra se puede lograr colocando macetas o espacios acondicionados para ello.

El problema que presentan los huertos urbanos es que, las especies que se van a plantar, por lo general, necesitan una cantidad de luz considerable y, de hecho, lo más recomendable es que fuera luz solar directa, habrá que escoger el lugar más apropiado te recomendamos el más soleado de la propia casa. Da igual si se trata de un balcón, una terraza o el simple alféizar de una ventana. Lo importante es que sea un espacio soleado y luminoso.

Escoger las plantas adecuadas

Otro aspecto importante va a ser seleccionar las plantas más adecuadas al espacio y la cantidad de luz disponible. En este sentido, cuando pensamos en un huerto urbano, lo primero que nos viene a la mente son grandes tomateras creciendo felices en las terrazas de los edificios. Sin embargo, las tomateras, por ejemplo, son un tipo de cultivo que necesita bastante luz y bastante espacio para crecer. En otras palabras, que, salvo excepciones en las que se tenga una terraza amplia y soleada, no van a ser los cultivos más apropiados para plantar en la ciudad.

Lo mejor será seleccionar aquellos vegetales que sepamos que se adaptarán mejor a las condiciones con las que contemos en nuestro huerto urbano particular. Un buen punto de partida suelen ser las plantas aromáticas, ya que no necesitan demasiado espacio y pueden consumirse sin necesidad de esperar a que se lleve a cabo la floración y el posterior crecimiento de los frutos.

Esto no significa que tengamos que renunciar a plantar tomates o pimientos, pero sí que seamos conscientes de las posibilidades reales de nuestro huerto y escojamos las variedades vegetales que mejor se vayan a adaptar en cada caso. Si contamos con la suerte de tener un gran espacio abierto en una azotea, con unas macetas grandes y con un buen sustrato, podremos aventurarnos a plantar tomates.

 

Macetas

El espacio con el que cuentan los huertos urbanos es limitado, así que lo mejor es escoger macetas que tengan la forma adecuada para aprovechar al máximo el espacio disponible. En este sentido, otro elemento importante es el peso de las macetas. Aunque las macetas de cerámica o loza son más aconsejables para el cultivo, también pesan y ocupan más espacio, por lo que a la hora de hacer un huerto urbano en un espacio reducido lo mejor será decantarse por macetas de plástico.

Sustrato para un huerto urbano

Continuando con el problema del espacio, las plantas de los huertos urbanos son las mismas que crecen en el campo, pero con la diferencia de que aquí la tierra está muy limitada. De este modo, es importante que adquieras un sustrato a base de tierra rica y adaptada a cada tipo de cultivo.

Abono para el huerto

La misma limitación del espacio hace que estos huertos necesiten ser abonados con cierta periodicidad (según el tipo de especie de planta en cada caso). Sin embargo, un exceso de abono también puede ser negativo para el crecimiento correcto. Para asegurarse de que el abono es el adecuado, lo más recomendable es hacer abono en casa con los restos de los vegetales que desechamos de la comida. La mejor manera será ir guardando las sobras de los vegetales (pieles de patata, corazones de manzana, tallos de brócoli, etc.) en un tupper el congelador y, una vez a la semana, hervir todos estos restos de comida y usarlos como agua de riego.

Riego de un huerto urbano

El riego deberá ser el acorde a cada tipo de planta que tengamos. En el caso de los huertos urbanos, lo más habitual es pecar de exceso de riego más que de falta. Es importante que las macetas cuenten con un drenaje adecuado que evite que la tierra se encharque. De hecho, esa misma agua sobrante podrás usarla para regar el resto de plantas, así que no la desperdicies.

Usa una libreta

Aunque pienses que te acuerdas perfectamente de los días que has regado y de los días que has abonado, salvo que tengas una memoria prodigiosa, lo más seguro es que se te olvide alguna vez. De esta forma, evitarás regar y abonar de más o de menos, y podrás apuntar notas sobre el ritmo de crecimiento de cada planta, así como los días de recolección.

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