¿Agua de filtro o embotellada?

Los mexicanos podemos gastar hasta 4 mil pesos al año en agua embotellada, según datos del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua (Pumagua). La razón para esto es porque aunque el agua de la Ciudad de México es confiable, hay condiciones que la hacen poco apta para su consumo, como los son el almacenamiento en cisternas o tinacos.

También los daños en el drenaje pueden generar que la calidad del agua baje, por lo que las autoridades de Pumagua, recomienda que los hogares verifiquen si el líquido que llega a casa es apto para el consumo humano antes de colocar un filtro.  

Aquí puedes consultar la calidad del agua en tu alcaldía. Calidad de Agua CDMX.

Por otro lado, en promedio una persona usa 200 botellas de PET al año, lo que impacta negativamente al medio ambiente pues en México cada año se producen 722 mil toneladas de PET, material de tarda muchos años en degradarse.

¿Agua de filtro o embotellada?

No sólo el agua embotellada es potable, la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSAI-1994 es la que establece los límites de la calidad del agua y los tratamientos a los que se puede someter para hacerla potable. Algunos hogares en CDMX si pueden colocar filtros.

Opciones de filtro para elegir

Una vez que hayas verificado que la calidad del agua de tu casa es aceptable y puedas usar un filtro, podrás elegir las siguientes opciones.

Filtros de luz ultravioleta

Estos pasan por un filtro que retiene las partículas por suspensión, después por uno de carbón y, por ultimo, uno de luz ultravioleta, su costo oscila entre los 5 mil y 17 mil pesos.

Filtros de cápsulas

Necesitan lavarse cada tres meses  o algunos son desechables, son los más económicos, pero funcionales pues retiran sedimentos y químicos. Cuestan entre 500 y 2 mil pesos.

Filtros de cerámicas

Retienen por suspensión los sendiementos y basura del agua, pero dejan pasar las bacterias y los gérmenes. Su costo es bajo entre los 400 y 1 500 pesos.

Purificadores de ozono

Estos eliminan las bacterias y los hongos de forma más rápida que el cloro. Su costo está entre los 5 mil y 9 mil pesos.

Fuentes: Gaceta UNAM y El economista.

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